miércoles, 16 de mayo de 2012

Jardines a distancia

Cuando trabajaba en mantenimiento de jardines era frecuente el caso de clientes que vivían fuera de Galicia todo el año y tenían una segunda vivienda aquí. Esos clientes contrataban el mantenimiento de su parcela con una empresa de jardinería para asegurarse de que el jardín estuviese en buenas condiciones en cada una de sus visitas. La comunicación de incidencias, ocasiones especiales o cualquier otro asunto, se solucionaba mediante correo electrónico y llamadas telefónicas.
Del mismo modo, existirá el caso del que adquiere una segunda vivienda lejos de su domicilio y le gustaría que el jardín estuviese "hecho" en el momento de disfrutar las vacaciones. La perspectiva de pasarse parte del verano haciendo las obras del jardín, pendiente de todo y sin poder disfrutarlo, desmoralizaría a cualquiera. Además, plantar en pleno agosto no es lo más recomendable para que el jardín vaya adelante.
Por eso yo ofrezco un servicio que consiste en realizar todo el proceso durante el invierno ( o la temporada en que el cliente no va a hacer uso de la vivienda). Con internet y las nuevas tecnologías no es difícil contactar conmigo, darme la localización de la parcela y una descripción de los gustos, preferencias y costumbres de la familia (tengo un cuestionario que enviaría al posible cliente); íncluso se podría producir una primera entrevista-visita aprovechando una estancia ocasional y, a continuación, yo enviaría una propuesta detallada del diseño, con una breve descripción de las especies elegidas y un presupuesto de la ejecución del jardín. En caso de conformidad, se firmaría un acuerdo con las condiciones de trabajo y se fijaría la fecha de comienzo de las obras. En el transcurso de las mismas yo me comprometo a enviar al cliente información puntual acompañada de fotografías, de manera que el cliente pueda expresar su conformidad o disconformidad y así se puedan ir realizando cambios o retoques en el momento.
El proceso tendrá siempre el objetivo de que el cliente encuentre en su estancia un jardín que ya pueda disfrutar y que se haya hecho a su gusto y sin sorpresas. Evidentemente esto requiere un compromiso serio y confianza mutua, ya que el envío de una propuesta de diseño detallada sin un acuerdo económico previo es un riesgo para mí, que he invertido horas y profesionalidad en el trabajo en cuestión, y para el cliente, que debe confiar en esa profesionalidad y saber hacer, sin poder "tomarle el pulso" al proceso como lo haría en persona.

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